Una tormenta feroz, una reparación de emergencia: SEL corre al rescate

Una semana después de que el huracán Michael azotara el noroeste de Florida en octubre de 2018, Tim Pilcher de Schweitzer Engineering Laboratories (SEL) entregó en mano una caja azul al pueblo de Mexico Beach destrozado por la tormenta. Luego, agachado dentro de un cobertizo de metal ladeado y rodeado de arena desparramada y ramas de árboles rotas, ayudó a instalarla.

Pilcher, un ingeniero de aplicaciones con sede en la oficina de SEL de Dothan, Alabama, llevó a cabo una modernización de emergencia en el sistema de aguas y aguas residuales del pueblo azotado por la tormenta. Poco tiempo después, la pequeña comunidad costera (la zona de impacto de la destrucción del huracán) tuvo una manera de bombear de forma segura las aguas residuales a una instalación donde podrían tratarse y almacenarse.

“Tim no condujo hasta Mexico Beach para lucrar a partir de un desastre”, dijo Marcus Mitchell, técnico eléctrico de control de instrumentación de Gainesville Regional Utilities en Florida. “Vino a ayudar”.

Mitchell, que hacía negocios con Pilcher desde hacía seis años, dijo que sabía que podía contar con él. Es por eso que le hizo una llamada urgente un domingo por la mañana.

“La situación aquí es difícil, parece que explotó una bomba”, mencionó Pilcher.

Mitchell había sido despachado a Mexico Beach como voluntario para FlaWARN, una red de aguas y aguas residuales de Florida que envía a trabajadores de miembros empresas suministradoras de energía a ayudar a otras empresas suministradoras de energía en zonas afectadas por desastres.

“Necesitamos su ayuda. ¿En cuánto tiempo puede estar aquí?”, preguntó Pilcher.

El huracán Michael había destruido bloques enteros de casas y volcado autos y barcos como si fueran juguetes. Más aún, derribó la torre de agua del pueblo y destruyó su estación principal de elevación de aguas residuales. No solo no había electricidad ni agua potable, sino que las aguas residuales no tenían adónde ir.

Nuestro objetivo es mitigar los efectos al ayudar a disminuir la duración de las interrupciones de servicio y volver a poner en funcionamiento infraestructuras críticas”, explicó Bridges. “Otorgamos a los clientes ‘descuentos por situación de desastre’ en productos necesarios y aceleramos las entregas. Asimismo, movilizamos a nuestros empleados para que estén de guardia para brindar soporte técnico”.

“Con la estación principal de elevación fuera de servicio, no se podían extraer las aguas residuales de la comunidad”, señaló Mitchell. Por lo tanto, las aguas negras podrían liberarse y suponer una grave amenaza para el medioambiente y la salud humana, comentó.

La estación de elevación necesitaba una reparación rápida, pero confiable. “Confiaba en que Tim ofrecería los conocimientos y recursos necesarios para hacer el trabajo”, indicó Mitchell.

SEL tiene una larga trayectoria de tomar la iniciativa tras el acontecimiento de desastres naturales masivos, incluidos los huracanes Michael en Florida, Harvey en Texas y Katrina en Luisiana, y el tornado Joplin en Misuri, comentó Todd Bridges, vicepresidente de Ventas y Atención al Cliente de SEL.

“Ayudar está en nuestro ADN de atención”, explicó.

Incluso tras mucho planificar, las grandes tormentas pueden ser devastadoras para las comunidades, al derribar las infraestructuras eléctricas y críticas que incluyen instalaciones de aguas y aguas residuales.

“Nuestro objetivo es mitigar los efectos al ayudar a disminuir la duración de las interrupciones de servicio y volver a poner en funcionamiento infraestructuras críticas”, explicó Bridges. “Otorgamos a los clientes ‘descuentos por situación de desastre’ en productos necesarios y aceleramos las entregas. Asimismo, movilizamos a nuestros empleados para que estén de guardia para brindar soporte técnico”.

Con frecuencia, SEL también dona fondos a la Cruz Roja Americana, agregó.

Y a veces SEL adopta un enfoque de poner manos a la obra, tal como hizo Pilcher después del huracán Michael. La mañana después de que Mitchell lo llamara, se subió al auto y condujo dos horas hasta Mexico Beach con una caja azul en el maletero: el controlador de automatización de bomba SEL-2411P.

Pilcher recuerda que a los lados de la carretera que va hacia el pueblo había hileras de tocones de árboles. Luego, lo detuvo la Guardia Nacional.

“Solo dejaban pasar a los residentes y miembros de empresas suministradoras de energía más allá de la barricada”, señaló. “Estacioné mi auto y llamé a Marcus, y él me condujo hasta la estación de elevación”.

Allí, los dos hombres conectaron un generador portátil al controlador de bomba, que montaron sobre madera contrachapada dentro del cobertizo ladeado.

Cuando encendieron el controlador, la estación principal de elevación de Mexico Beach volvió a funcionar.

“Decir que estábamos aliviados sería un eufemismo”, dijo Pilcher. “Conduje hasta allí para ayudar a un cliente que había ido a ayudar a toda una ciudad”.

Si bien fue una solución de emergencia, casi un año después, el controlador de bomba continúa brindando servicios a una ciudad que quedó sin torre de agua, estación de combustible o estación de policía permanente.

“Sigue adentro del cobertizo, haciendo su trabajo”, comentó Mitchell.