“Teníamos que tomar medidas”.
Los controladores de bahía de las tres subestaciones, instalados por el fabricante a principios de la década de 2000, habían comenzado a fallar. Su capacidad para monitorear, controlar y proteger los componentes de la red eléctrica estaba disminuyendo, explicó Tibbetts.
“Nos enfrentábamos a la posibilidad de interrupciones de servicio sustanciales en toda la isla”, dijo. “Esperar y no hacer nada no era una opción. Sabíamos que teníamos que tomar medidas”.
Tibbetts dijo que, además de perturbar la vida cotidiana de las personas, los cortes prolongados podían acabar con una gran parte de la economía de la isla.
La inquietud más apremiante eran los controladores de bahía en la subestación North Sound de 69 kV, donde la planta de energía diésel de CUC envía la mayor parte de su electricidad. Aleatoriamente, el sistema de control de la subestación dejaba de realizar funciones de rutina, ya sea señalizar las mediciones de presión de gas o transmitir información y datos críticos a la sala de control central. Los ingenieros tenían que reiniciar los sistemas para que volvieran a funcionar correctamente.
“Toda la generación y transmisión de la isla pasa por esa subestación”, dijo Stephen Baker, ingeniero de Tecnología y Desarrollo de CUC. “De manera que, si colapsa, colapsa toda la isla”.
Reemplazar piezas no era una opción porque el fabricante había dejado de fabricarlas.
“El proveedor las había considerado obsoletas y ya no estaba dispuesto a brindar soporte, por lo que nos dejó en una posición vulnerable”, explicó Baker.
Con escasez de piezas de repuesto, la subestación North Sound probablemente fallaría, a pesar de varias capas de defensa contra las interrupciones de servicio. Y si se cortaba el suministro, CUC no tendría ayuda a disposición. La lejanía de la isla brinda un lugar de ensueño para los visitantes, pero también significa que no hay redes eléctricas vecinas a las que recurrir para obtener energía de respaldo.
La amenaza se transformó en una oportunidad
Los funcionarios de CUC buscaron una solución más allá de las costas de la isla. Fue un proceso engorroso que dio lugar a respuestas decepcionantes por parte de las empresas de tecnología energética de todo el mundo. Los expertos propusieron renovar los equipos por una suma de al menos $10 millones, que incluía el reemplazo de los módulos de unidad y los controladores de bahía.
“Las opciones que se nos ofrecieron eran, en resumidas cuentas, cambios del hardware GIS para convertirlo a los equipos de interrupción más recientes”, recordó Baker.
Fue entonces que la división de Servicios de Ingeniería de SEL propuso una solución nueva y a medida por una fracción del costo. En pocas palabras, los ingenieros reemplazarían el “cerebro”, el sistema de control principal de la subestación, mientras mantenían intacto el hardware GIS. Para mantener la subestación en funcionamiento, los ingenieros retirarían partes del controlador de bahía en etapas durante el procedimiento.
Los funcionarios de CUC reconocieron que la propuesta cumplía con todos los requisitos técnicos, pero quedaba una pregunta acerca del aspecto humano de hacer negocios. ¿Los ingenieros de SEL proporcionarían el soporte al cliente necesario para realizar el trabajo?
El proyecto requería una alineación perfecta de tecnología, experiencia y colaboración, dijo Ross Clark, Gerente de Mantenimiento Eléctrico y empleado de CUC durante 20 años.
“Somos una empresa suministradora de energía en una isla pequeña”, dijo. “No teníamos la mano de obra necesaria para hacerlo nosotros mismos; ya realizamos un montón de tareas todos los días”.
Mientras que las propuestas de otras empresas implicaban que los ingenieros de CUC hicieran más trabajo del que podían proporcionar, SEL propuso que sus especialistas llevaran a cabo la integración, programación e instalación. Un estudio de viabilidad confirmó que el enfoque individualizado de SEL cumpliría con los requisitos de CUC.
“Recuerdo que pensé que los ángeles cantaban y que habíamos llegado al final del arcoíris”, explicó Clark. “Nadie más había estado dispuesto a trabajar con nosotros y ofrecer una solución llave en mano para satisfacer el alcance y la complejidad de lo que necesitábamos. Llevó años llegar a ese punto”.
Usando piezas de repuesto del controlador enviadas por CUC, los ingenieros de SEL montaron un laboratorio en la sede de la empresa en Pullman, Washington, para simular la subestación North Sound de Gran Caimán, ubicada a 2,770 millas de distancia. Esa subestación administra el flujo de electricidad que alimenta todo, desde transacciones bancarias y centros de cirugía hasta tiendas de buceo, semáforos y estaciones de carga de automóviles eléctricos. SEL se propuso no solo arreglar el centro neurálgico de la subestación, sino también hacer que funcionara mejor que nunca.
Como neurocirujanos que reparan un cerebro enfermo, los ingenieros pusieron manos a la obra.
“Pudimos instalar condiciones de laboratorio para simular toda la subestación utilizando los relés SEL Axion y SEL para reemplazar por completo sus controladores GIS”, dijo Austin Wade, líder del equipo del proyecto de SEL.
Los ingenieros de SEL pasaron cinco meses probando el sistema modernizado “para asegurarse de que funcionaría como esperábamos y resistiría el uso repetido a lo largo de los años”, explicó Wade.
“En marzo de 2016, Wade y sus colegas alcanzaron un hito: la modernización del hardware obsoleto con la sofisticada tecnología SEL había creado un sistema de control de GIS más rápido e inteligente.
“Pudimos replicar e incluso mejorar las funciones del controlador anterior”, dijo Wade.
Ya con la certeza de que la plataforma había sido probada y era factible y asequible, los funcionarios de CUC aprobaron el plan para instalarla en la subestación North Sound.
Trabajando en el sitio, los ingenieros de SEL llevaron a cabo el procedimiento “poco a poco” durante nueve meses para mantener la subestación en funcionamiento, recordó Clark de CUC. “El hecho de que pudieran hacer un trabajo tan extenso en la unidad mientras la mantenían operativa fue una gran hazaña”, dijo, y agregó que el nuevo sistema de control ofrece “una inteligencia y una velocidad que no teníamos antes”.
“Mucha gente quiere ofrecernos soluciones comerciales estándar”, dijo Clark. “Pero SEL desarrolló esta plataforma solo para nosotros y desde cero. Representa un nuevo amanecer en la automatización de subestaciones”.
Tecnología dinámica, lista para la próxima tormenta
Con la plataforma de SEL instalada, la subestación North Sound ahora puede rastrear señales de perturbaciones en tan solo un milisegundo y responder rápidamente antes de que el problema se agrave. También puede mantenerse al día con la creciente demanda de electricidad a medida que más personas visitan, trabajan y se mudan a la isla.
Más aún, la plataforma, compuesta por los sistemas de control de bahía de subestación, los módulos Axion y los relés de protección de SEL, ha tenido tanto éxito que los funcionarios de CUC están usándola como modelo para reemplazar los controladores obsoletos en las otras dos subestaciones GIS.
A medida que la empresa suministradora de energía fortalece y moderniza su red, la vida continúa con normalidad en Gran Caimán. En altamar, las centenarias tortugas marinas, inspiradoras del emblemático logotipo de CUC, siguen habitando las aguas cristalinas y turquesas salpicadas de tormentas ocasionales.