Quiénes somos en SEL: Historia de un empleado

El Arte de la Ingeniería

“Es imposible tocar música clásica a la perfección”, dice Bryan F., ingeniero sénior en la oficina de SEL ubicada en Boise, Idaho. “Aprender a vivir con eso y, aun así, exigirte, tiene un gran impacto en todos los aspectos de tu vida”.

Aunque no es posible alcanzar la perfección, Bryan cree que sí se puede alcanzar la excelencia. Como violinista experto, él cree que la música le enseñó a superar los desafíos, traspiés y frustraciones inevitables con el espíritu de seguir mejorando.

Es una lección poderosa que también tuvo que ver en cómo Bryan lleva su carrera de ingeniería en SEL, en donde es el responsable de la tecnología de automatización de distribución, cuyo principal foco es desarrollar productos y soluciones de automatización.

Como sucede con la música, Bryan dice que la perfección parece ser efímera en el espacio técnico que está en constante evolución y donde ha construido su carrera.

“Incluso si en ese momento parece que tienes el diseño perfecto, las computadoras lo superarán. La resolución de la pantalla será mejor. Las comunicaciones serán más rápidas”, comenta.

Sin embargo, con determinación y compromiso para mejorar, es posible desarrollar soluciones que superen las expectativas del cliente y, en última instancia, suministrar energía eléctrica confiable a millones de personas en todo el mundo. Bryan cree que esta es una forma de pensar que también está presente en SEL.

“En SEL, si identificamos un problema, desciframos la manera de medirlo”, afirma. “Y una vez que logramos medirlo, es nuestra responsabilidad mejorarlo. Este tipo de cultura es el motivo por el que nos reconocer como una empresa innovadora que impulsa la industria”.

La música y la radio

El interés de Bryan por la música y la ingeniería comenzó a muy corta edad. Empezó a practicar violín a los seis años de edad y se dio cuenta de que disfrutaba del lado orientado a resultados y competitivo de tocar música clásica.

Unos años más tarde, Bryan conoció la ingeniería mediante un evento poco usual en su vecindario: un club de radio de aficionados del condado. En ese momento Bryan tenía 11 años, había ganado su licencia de radioaficionado y sabía que quería tener una carrera en la ingeniería electrónica.

“Al conocer a los ingenieros que son los que inventan ese tipo de cosas y crean esa clase de productos, supe que eso era lo que quería hacer”, comenta.

Bryan comenzó como pasante en SEL mientras realizaba sus estudios universitarios en la Universidad de Idaho. En ese entonces, su trabajo se centraba en los componentes del producto individual. Pero su decisión de dominar la materia, que había perfeccionado cuando tocaba música, influyó el siguiente paso en su carrera.

Bryan quería profundizar su conocimiento de los clientes de SEL y de cómo funcionan los productos en el campo. Después de graduarse, aceptó un puesto de ingeniería en automatización en los Servicios de Ingeniería en las oficinas de SEL en Atlanta, Georgia. Trabajó allí por seis años y obtuvo una perspectiva general de la industria que siguió influyendo su trabajo.

“Cuando tomamos una decisión acerca de las características o desarrollamos un producto nuevo, tengo una mejor perspectiva de cómo puede usarse, cómo lo pueden recibir y qué características serán importante”, agrega.

De Solución a Producto

Hoy en día, Bryan trabaja en Investigación y Desarrollo, donde aplica todo lo que aprendió mientras creaba soluciones personalizadas en Servicios de Ingeniería para desarrollar productos de automatización de distribución que cumplirán con las necesidades de muchos clientes.

La iniciativa más importante ha sido la de llevar adelante la adaptación de la localización y el aislamiento de fallas y la restauración del servicio (FLISR) desde una solución personalizada hasta un producto de software que se lanzará a través de la plataforma de la aplicación Blueframe SEL.

Al permitirles a los clientes localizar y aislar rápidamente las fallas permanentes y redirigir la electricidad a las zonas de la red de distribución que no fueron afectadas, la tecnología FLISR mejora el tiempo de restauración del servicio durante la interrupción de servicio y limita el daño que pueda sufrir el equipo.

“Cuando se interrumpe el servicio, la primera pregunta que surge es: “¿Cuándo va a volver la electricidad?” dice Bryan. “FLISR es una solución que lo agiliza”.

Para que este proyecto llegue a buen término, se dividió el tiempo de Bryan en dos responsabilidades generales. La primera era liderar el equipo de desarrollo del producto para definir cómo será el software y cómo funcionará, y la segunda fue colaborar con los clientes y el equipo de Ventas y Servicio al cliente de SEL para comprender a fondo las necesidades del público de FLISR.

“Es una tarea que siempre quise que me asignen”, sostiene Bryan. “Seguir el ciclo completo de un producto desde su origen hasta su entrega ha sido una experiencia increíble”.

La magia de la facilidad

Lo que fascina a Bryan tanto de la música clásica como de la ingeniería son las complejidades ocultas que tienen ambas materias.

“Muéstrele a alguien una partitura y ellos dirán que se trata de música”, dice Bryan. “Pero, ¿qué quiere decir eso? ¿Cómo se traduce eso en algo mágico que las personas puedan escuchar?”

Los ingenieros se enfrentan a un desafío similar cuando desarrollan tecnología de sistema de potencia.

“La red de energía eléctrica es la máquina más compleja que ha creado la humanidad”, afirma Bryan. “¿Cómo hacen que sea fácil? Ese es un desafío que nunca va a terminar”.

Una parte del trabajo de Bryan es simplificar aquellas complejidades en electricidad confiable en la que las personas confían para trabajar con tan solo tocar un switch.

Ofrecer facilidades al usuario final también es uno de los principales objetivos que tiene el proyecto FLISR. Bryan y su equipo han diseñado el software para guiar a los clientes para que configuren sus sistemas, completen los ajustes y resuelvan los errores antes de la implementación.

“La primera vez que instale FLISR, debería percibir cuánto tiempo dedicó SEL para mejorarlo a un nivel en el que le dicen lo que necesita saber y lo guían para que tenga éxito”, sostiene Bryan.

Valorar los detalles

Bryan cree que alcanzar la excelencia depende de examinar detenidamente todos los aspectos de la experiencia del cliente con un producto, incluidas las emociones que siente con ese producto. Dice que la música le enseñó la importancia que tiene poner atención al detalle.

“Los clientes van a pasar la mayor parte de sus vidas trabajando y usando todo el día los productos de SEL”, afirma Bryan. “¿Cómo debería ser la experiencia que tengan ellos?”

En SEL, la respuesta va más allá de ofrecer un producto que funcione tal como se esperaba. Los ingenieros deben tener en cuenta la conexión emocional que los clientes tienen con los dispositivos o corren el riesgo de producir tecnología funcional que no llegue a brindar una experiencia satisfactoria para el usuario. Con esto en mente, Bryan y su equipo han examinado cuidadosamente hasta el más mínimo detalle del proyecto FLISR, incluidos los colores de los pulsadores y lo rápido que se carga la información en la pantalla.

Bryan sostiene que la cultura de SEL, que lleva a que los empleados se sientan orgullosos de su propio trabajo y a que asuman una responsabilidad con los clientes y el público, genera este compromiso con la excelencia.

“En SEL, no es tan solo un recurso”, afirma. “Está aquí para crear algo que no se ha visto antes y se espera que se sienta orgulloso de ello”.


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